Último reducto de naturaleza viva que nos queda en El Coronil. ¡ Conócelo y Cuídalo !



domingo, 3 de febrero de 2013

NARCISO DE OTOÑO (Narcissus serotinus)




Cuenta la leyenda que Narciso, un joven muy apuesto y bello  había rechazado a la ninfa Eco. La diosa de la venganza Némesis, indignada por ello condenó a Narciso a quedar enamorado de su propia imagen y a ser incapaz de amar a otra persona. Así fue cuando un día vio reflejada su propia imagen en un lago, a partir de entonces ya no pudo separarse de ella hasta que un día cae al agua y muere ahogado atraído por su propio reflejo. En el lugar de su muerte nació una bellísima flor, el  narciso.
            De este mito se conocen varias versiones pero todas hacen referencia al enamoramiento de sí mismo y morir ahogado en un lago o estanque y  la aparición de la flor.
            Al igual que Narciso muere cayendo al agua al inclinar la cabeza para ver su propia imagen, esta bella flor parece también inclinarse si no para verse a sí misma, sí para que al verla recordemos a Narciso porque ella es igualmente bella.
            Esta flor perteneciente a la familia de las Amarilidáceas posee seis tépalos blancos, una corona anaranjada en el centro y desprende un agradable aroma. Puede alcanzar los 20 cm de altura, las hojas aparecerán después de las flores. No muy abundante aquí pero sí podremos llevarnos la alegría de encontrar alguna si buscamos allá por el mes de noviembre.
Especie muy próxima al N. obsoletus y que podría confundirse con él, pero este se da sobre todo en el sureste peninsular.

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