En estas imágenes se puede observar el estabilimento en la parte central |
Las arañas, esos pequeños animalillos de ocho patas que
para algunos son causa de repulsión y para otros de cierto reparo, son unos predadores muy importantes para el
mantenimiento del ecosistema controlando el número de insectos que sin su ayuda
podrían proliferar en demasía. Algunas especies son verdaderamente bellas, como
esta que traigo aquí, la araña tigre (aunque también puede ser llamada así
alguna muy próxima a ella, la Argiope bruennichi). Su nombre se debe a esas
bandas negras, blancas y amarillas que le recorren el abdomen y que la hacen
tan llamativa.
Fabrican
una gran tela en espiral y de forma orbicular al amanecer o atardecer, tardando
más o menos una hora en hacerlo, Es característico de este género y por tanto
de esta especie el “firmar” su trabajo, esto es, un dibujo en forma de zig-zag
de una seda de naturaleza diferente y que llama la atención cuando observamos
su tela. Es lo que se le llama “estabilimento”, cuya finalidad está aún siendo
discutida . Algunos dicen que su misión es llamar la atención a las aves de la
presencia de la tela, otros que para atraer insectos. Lo que sí es cierto que
esto mismo nos sirve para distinguir las telas de las arañas del género Argiope
y a las propias arañas.
En
esta especie se observa un gran dimorfismo sexual, lo que quiere decir que la
hembra (que vemos en la foto) es de mucho mayor tamaño que el macho. Esta puede
medir unos 10 cm mientras que el macho unos 3- 4 mm. Cuando llega el momento
del apareamiento, el macho debe acercarse a ella con mucho cuidado para no ser
confundido con una presa y ser comido. Esperará pacientemente a que la hembra
realice la muda, momento en el cual sus quelíceros permanecerán blandos un corto
espacio de tiempo y que será aprovechado por el macho para introducir su
espermatóforo en la hembra con un menor riesgo a ser devorado. Esta precaución no es en vano pues muchos de
los enamorados machos acaban siendo el almuerzo de una hembra sin escrúpulos.
Pero
todo este riesgo que corre el macho de esta especie no es en vano pues al dejar
el espermatóforo dentro de la hembra, tapa su orificio genital impidiendo de
esta manera que otros machos puedan llegar a fecundarla, asegurándose así la
continuidad de sus genes en la descendencia.